Un capítulo viejo de Saturday Night Live mostraba al ex presidente Reagan dandole consejos a su señora, la Primera Dama:
- Querida, no sé mucho de amor...
- (...)
- Tampoco de salud...ni seguridad social, ni de justicia...
(risas)
En cuanto la Presidenta entró al salón de honor de nuestro horrible Congreso Nacional, algunos rechinaron los dientes y trataron de pensar como lo haría Su Excelencia para salir ilesa de tanta pifia y frutas de la estación. Puesto que nada de lo anterior ocurrió salieron todos como en esas peleas de box donde el paquete le da barraca al gigantón.
Bachelet sacó (al fin!) un poco de los recursos que ha ganado el Fisco a costa del cobre y los pone principalmente en educación - aumentando subvenciones principalmente -. Mea culpa de Transantiago mediante, es probable que haya faltado hacer una hilación entre esa falla gruesa y la distribución de los manguitos.
Ya todos hablan del nuevo tesoro y de la necesidad que esos dineros sean bien gastados. Como un poeta dijo ¿qué se ama cuando se ama? nosotros a su vez podríamos decir ¿qué se educa cuando se educa?. Si gobernar es educar, algunos miembros de nuestra elite concertacionistas son poco ilustrados. Lo sabemos. Si es que buscamos acceso igualitario a las oportunidades, eliminando las barreras derivadas de nuestra cuna (plagiando a Peña), la educación no es suficiente. ¿Qué se educa cuando se educa?.
Probablemente la prueba de la blancura está en que tan sólo logremos que la ciudadanía logre entender si se está gastando su plata bien o mal y si no le gusta se le enseñe que pueda reclamar. Formar ciudadanos, primero.
Con cuatrocientos pie de página del Informe del Consejo Asesor, más lucas no deberían tener un correlato eficiente, por el momento.
reductiva es más.