At 12:59 p. m., David
Para mi es un tributo a la convicción, la elegancia y el tino. Un hombre que nunca transó su estilo respetuoso y humano, que logró sobrellevar las dificultades de las comunicaciones actuales. Inmune a los destemplados, a los mal educados y a los peleles; nos enseñó que en la vida hay que seguir una línea y morir con las botas bien puestas.
Adiós, Maestro Julito.
P.S: Notable entrada.
P.S2: Se viene
At 11:44 p. m., BigFella
don Julio era una de las últimas muestras de que el espíritu humano no siempre fue una melcocha de nihilismo mal leído en el colegio y libertades mediocres de folleto. Una gran pérdida. Sólo hay que ver las maneras y formas de las coberturas de su sepelio para entender, brutalmente, todo lo que murió con él. Finalmente, como diría Blas: con cada persona muere una Era.
At 2:23 p. m., Sofia
At 10:26 a. m., David