lunes, abril 24
Mientras los partidos políticos de la Concertación se ponen de acuerdo en repatirse adecuadamente sus correspondientes cuotas de poder e, interesante, discuten sobre quién o quienes apoyan "más" a Bachelet, las responsabilidades administrativas del Servicio Médico Legal en la identificación de los restos de detenidos desaparecidos parecen una atrocidad difícil de digerir: como un herida cicatrizada con un solvente tóxico, el remedio resultó peor que la enfermedad.
En cuanto jamás se le permitió a las agrupaciones de víctimas influir en la ejecución de las políticas de reparación íntegra, con La Moneda a puertas cerradas y guanacos cada once, el hecho que el propio Estado no haya deseado tapar el hoyo y el consecuente escándalo pone a Bachelet a la altura de las circunstancias, lo que constituye un buen síntoma de los nuevos tiempos que encarna.
No es menor esbozar varias conclusiones derivadas de su comportamiento. Primero, lanza una condena velada sobre los ex-presidentes de la Concertación que tuvieron una política "a puertas cerradas" con los familiares. A partir de su reacción, Bachelet se anota su primer punto: el cumplir con su promesa inclusiva, con aquellos que fueron el leit motiv de la génesis de la oposición a Pinochet, el gran argumento en cada debate de transición, la palabra final. Segundo, genera apoyos transversales que le permiten, a fin de cuentas, obtener en la izquierda extraparlamentaria ciertos consensos que pueden ser importantes a la hora de pelear proyectos emblemáticos y; tercero, abre con más fuerza "las puertas de La Moneda" para aquellos escuchados, pero no considerados a la hora final.
 
Escrito por Rodrigo Mora at 9:20 p. m. | 4 comments
jueves, abril 20
Comentaba alguien en la prensa de hoy acerca de su viaje a Ucrania. El articulista se manifestaba sorprendido por los milagros de esta economía en desarrollo, llena de malls subterráneos y prístinas estatuas. Las estatuas herencia de la dictadura del proletariado relucen brillantes mientras a su lado los Porches y los Mercedes compiten por el trono tuerca. Sin embargo, prosigue, se asombra porque cerca de los parques de la hermosa ciudad, los menos glamorosos de Kiev, los mendigos y los ancianos, sin querer queriendo nos hacen recordar que en algún minuto de la historia vivimos en dialéctica y que un modelo de vida, una forma de pensar el mundo, ganó definitivamente. En ese entierro, se fueron sin duda los malvados dictadores y su culto a la personalidad, y la opresión y las violaciones a los derechos humanos. También algunos deberes estatales nada de despreciables, como llenar el estómago de quienes, ahora rezagados, en Kiev o Santiago, malabaristas o Hans Pozo´s, se resisten a comenzar de nuevo.
Oh, nuestra noble economía "social" de mercado, que más que un imperativo constitucional parece estar a merced de la buena voluntad de los gobernantes de turno, ¡oh pequeño malabarista sedúceme again con tus piruetas retorcidas!
 
Escrito por Rodrigo Mora at 8:51 a. m. | 1 comments
martes, abril 18
"En la vida, amigo mio, hay que tener una brizna de locura para entender este laberinto. Si no, uno se vuelve loco de verdad. Una brizna de locura para interpretar la propia soledad, la propia angustia de vivir, el vacio de saber que esto se va".
(Jenaro Gajardo Vera, el dueño de La Luna, en Chilenos de Raza, de Francisco Mouat)
 
Escrito por Rodrigo Mora at 7:38 p. m. | 1 comments