¡Oh, su majestad!
Estábamos en séptimo básico y con otos pendejos nerds y amigos nos acercamos a la Feria Del Disco a pedir por favor que nos hicieran escuchar un disco morado que se llamaba "Greatest Hits II". Recuerdo que en la estantería nunca había experiementado el placer de lo que significaba música en palabras mayores. Lo primero que escuché fue "A Kind Of Magic".Unos coros armoniosos, densas texturas de piano y de bajo y una voz inconfundible. Un poco alejados de lo que Guns N`Roses (mi amada banda de entonces) había tratado indignamente de copiar.
Había comenzado mi pasión por el pop mejor elaborado del planeta. Comenzaban mis exploraciones hacia Bowie, Beatles, Lennon, McCartney y U2.
Siempre la gente trató de entener como llegué a apasionarme por este grupo en extremo comercial y llenador de estadios, liderado por un drogadicto y homosexual en el reino del espectáculo donde la "buena onda" de Michael Jackson y las opciones suicidas de Cobain eran tan bien valoradas. Mercury, derrotado tempranamente por el horrible y poco temido sida, supo lo que significó el aplauso y también el fracaso de alguien quien, supuestamente, lo tenía todo: fama, hombres, drogas, multitudes que lo adoraban y un talento invaluable.
Aún más, sólo quienes cantan pueden sentir la sensación de un falsete bien alcanzado, de los tonos graves alcanados con docilidad y arrogancia para luego internarse como si nada en el resto del registro. Jugando e incorporando a la audiencia.
Magistral ejecutor en el piano, eximio cantante, pasó sin temores del rock más duro a la ópera. Su amplio catálogo incluye letras desgarradoras (Mother Love) -mayoritariamente en su etapa terminal- , ingenuas canciones de amor (It`s Hard Life), decepciones en clave blues (My Melancholy Blues) e himnos para las multitudes (We are the champions).
No somos pocos a los cuales la partida de Freddie nos mató el sueño de verlo en vivo. Sus compañeros de banda, de vida infinitamente convencional y recatada, deambulan tratando de recuperar el tiempo perdido. Sus influencias tratan de emularlo. "Soy una pantomima al lado de él" dijo Robbie Williams.
Hoy Freddie hubiera cumplido sesenta. Quien sabe si con Lennon y Hendrix, Elvis, Cobain y Sinatra hacen mejores cosas en el cielo o...en el infierno...que más da.
Reductiva es más