At 9:06 p. m., BigFella
Hay cosas que nunca me van a entrar en la cabeza (y poca no tengo). Una, que los 11 de septiembre ya casi nadie se acuerde que mataron a un presidente elegido democráticamente (o obligarlo a suicidarse, que es lo mismo) y comenzó un régimen de terror. No es el Día de la Molotov, ni el Día del Resentido. Cada uno de nosotros ha sido defenestrado brutalmente, alguna vez, por el sistema capitalista. Lo seguiremos siendo, me temo. Sin embargo, no nos sentimos con el derecho (tal vez nosotros estamos mal) de tirarle fuego a nadie. Lo de las noticias es cuento conocido: quién las maneja, para qué mete miedo, y lo peor, cómo se salen con la suya todas las veces. Lo peor es que no es Chile no más: recuerden la campaña de Bush para sumar votos a sus políticas invasoras. Pero no estamos tan mal. Por lo menos algunos de nosotros, que votamos, que pensamos, que opinamos y aportamos, sabemos que el flaite ladrón y asesino existe, pero que no es más ni menos peligroso que antes. Aunque nos pongan en cámara lenta lo que quieran. El resto de la gente, bueno. Ya está bueno que salgan de la espiral de la idiotez.
At 12:29 p. m., Unknown
At 7:14 a. m., Kopacs