martes, noviembre 21
Para reflexionar en la semana la cantidad de palos que le han dado a Bachelet, a Lagos Weber, Veloso y otros potentados. Y es que después de lo trágicamente manejado - desayuno amercicano incluido - que ha sido el caso "Chiledeportes" y otros chanchullos no se puede esperar nada mejor.
Así es como Carlos Peña el domingo escribía sobre la necesidad imperiosa de matar al padre - refiriéndose al todopoderoso Ricardo I - y endilgarle a él sus correspondientes responsabilidades. Otros, explicaban que la corrupción del gobierno de Lagos estuvo "canalizada". Mientras a partir de los sobresuledos salieron carreteras y puente,s a raíz de Chiledeportes no hay ningún siquiera proyecto de campeón olímpico.
Todas estas explicaciones, correctas, acerca del arte de la política, acerca del mal manejo, de la improvisación, de la pérdida del poder de los partidos, de los continuos episodios de berrinche de democristianos y PPDs.
Ahora ¿está Bachelet en la UTI?, puesto que así pareciera.
Supongo que han escuchado alguna vez el caso de aquellos enfermos terminales que caminan por la calle dos días antes de morir apareciendo perfectamente bien. Es lo mismo acá. Los médicos - los columnistas, opinólogos, académicos - establecen que el paciente no se cuida y que si sigue así probablemente no va a zafar. Los no médicos - la gente y las encuestas- encuentran al paciente en excelentes condiciones e incluso dan fe de su buena salud.

La realidad: parcialmente nublado con chubascos por la tarde.

Pasa es que sí huele fea la cosa. La gente está tan alejada de la experiencia política que es difícil, según parece, que las descoordinaciones se reflejen instantáneamente en el pulso popular. Mientras haya que comer, ¿qué importa la República?. Mientras haya baile, ¿qué importa la falta de proyectos de oposición, los legisladores reactivos, los conflictos de intereses, las componendas?.
"Si eres fiel en lo poco, serás fiel en lo mucho" se ha dicho por ahí. Las corruptelas de ahora, pequeñas y sin un efecto aterrador, pueden transformarse en un tsunami.

Saludos desde la caja chica.
 
Escrito por Rodrigo Mora at 1:18 p. m. |


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